Los concursos de acreedores pueden contar con una serie de beneficios o ventajas para el empresario, pero no puede quedar en el tintero que también se trata de un proceso que conlleva una serie de inconvenientes, y es que después de todo se trata de una situación desagradable para el empresario a la que nunca se desea tener que llegar.
El concurso acreedores Barcelona puede acarrear muchos quebraderos de cabeza al empresario por este motivo resulta fundamental contar con los servicios, ayuda y asesoramiento de un reconocido despacho de abogados en Barcelona como LaWants desde el primer paso hasta el último. En primer lugar cabe afirmar que se trata de un proceso bastante complejo y que lleva muchos costes tras de sí, un proceso que se alargará durante años.
Otro de los inconvenientes ante un concurso de acreedores es que únicamente se contará con el plazo máximo de hasta cinco años para poder saldar las deudas con todos los proveedores, plazo que en muchos casos puede resultar muy escaso. Además, otro inconveniente añadido a cualquier concurso de acreedores es que el coste que supone el administrador concursal debe ser pagado por el deudor.
Otra desventaja de someterse a un concurso de acreedores es que se verán limitadas las facultadas patrimoniales del concursado. Tampoco hay que olvidar que el empresario que se somete a un concurso de acreedores, sea o no voluntario, sigue siendo para la sociedad en general una figura con una ‘mala imagen’, ya que asocia directamente a la liquidación y quiebra de la empresa, cuando es algo que no siempre es así.
Esta compleja situación, este complejo proceso, precisa de manos expertas y profesionales en la materia que te ayuden y asesoren a salir lo mejor parado de la situación, y es que en LaWants su principal objetivo es hacer valer en todo momento tus intereses.
