La profesión de figurante si por algo se caracteriza es por ser tremendamente interesante. No hay un solo día de trabajo igual que el anterior y puedes llegar a participar en producciones de renombre con un poco de suerte, de tal modo que no solo conoces a tus posibles ídolos sino que, además, puedes trabajar junto a ellos y aprender.
Entre los puntos fuertes de trabajar de figurante está el hecho de poder ver de primera mano de qué manera se realiza una producción así como todo el trabajo que hay detrás de cada una de ellas, por lo que no solo valorarás aún más el esfuerzo de todo el equipo sino que los respetarás mucho más. Por si todo esto fuera poco y de un modo totalmente objetivo se puede decir con total seguridad que aprenderás de la mano de actores ya consagrados en la escena y esto te ayudará algún día, si lo deseas, dar el salto puesto que estarás más preparado.
Además, te servirá para hacer contactos de todo tipo que si un día quieres, como decimos, dar ese salto a actor de reparto pueden ayudarte y aconsejarte. Por ello, es fundamental trabajar siempre bien en cada producción por pequeño que pueda ser tu papel o por insignificante que lo consideres.
Por contra, si lo que valoras es precisamente el anonimato, trabajar en figuraciones te permitirá desempeñar tu carrera como actor a grandes rasgos sin que por ello tengas que pagar el precio de la fama que sí sufren otros actores. Más de una vez hemos oído hablar de lo engorroso y el casi calvario que supone para muchos de ellos el hecho de ser reconocidos por la calle y tú contarás con la ventaja de estar dentro del mundo de las producciones audiovisuales sin caer en la fama.