La partida de un ser querido o alguien allegado deja sin duda un gran vacío para los que conforman el entorno íntimo de quien ya no está Este momento por el cual nadie desearía pasar pero que, sin embargo, lastimosamente nos vemos obligados a vivir en algún instante de nuestras vidas requiere de fortaleza y resignación.
Por ello el apoyo que cualquiera reciba en esos momentos es necesario y reparador. Solo así existe el consuelo de la perdida. En tal sentido, la costumbre de realizar la entrega de flores a funerales se ha convertido en un ritual con el cual se da muestra los más sinceros sentimientos de respeto y condolencias a quienes en ese instante lo necesitan.
De tal modo, que al momento de un acontecimiento como este donde deseas expresar tu más sentido pésame, tomate el tiempo de solo buscar las floristerías que te permita de manera rápida, cómoda y sencilla seleccionar ese hermoso detalle de respeto.
Costumbre antigua ¿Por qué?
Todos sabemos que enviar flores a un velorio o llevarlas al sitio donde estarán eternamente los restos de la persona fallecida es una costumbre muy ancestral para honrar la memoria de los difuntos. Pero esto no fue siempre así. En la antigüedad el objetivo de que las personas que han perecido recibieran flores era para perfumar el lugar donde estaba siendo honrados , así como alejar los malos espíritus.
Las reseñas históricas señalan que la exposición del difunto se realizaba por días, en muchos casos sin preparación del cadáver. Por ello se llenaba el lugar de flores para desvirtuar en cierta forma los olores que desprendía del altar donde estaba el fallecido.
Con el trascurrir del tiempo la costumbre de llevar flores a los lugares de velorio, así como el cementerio se trasformó en una forma de honrar y despedir esa persona que ha partido de este lado físico.
A quienes enviar un arreglo floral como condolencia
Hoy día, muchas culturas a nivel mundial han adoptado este hábito. No obstante, ciertas comunidades religiosas, no practican este rito. El judaísmo, el budismo, el islam e iglesias evangélicas, no usan flores en estas ceremonias.
Los cristianos, por el contrario, si tienen como habito adornar el lugar con muchas flores y las personas perteneciente al entorno del difunto, hacen llegar ramos y coronas de flores preferiblemente lirios, gerberas, especies blancas entre otras, normalmente ornamentadas con hojas de follaje verde.
Ahora bien, si el difunto a pesar de ser cristiano católico, es cremado, no se recomienda enviar coronas, las cuales generalmente son dejadas en el lugar de entierro. Lo que se hace en estos casos cuando la persona fallecida será incinerada se envían ramos y arreglos florales.
De tal manera, que si puedes enviar flores en este tipo de ocasiones como un gesto sincero de despedida, apoyo y condolencias, lo ideal es solicitar el servicio de floristerías especializadas en este tipo de tarea y haciendolas llegar oportunamente al lugar de ese último adiós.